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Aviación

Temor a una merma en la seguridad aérea en las operaciones de extinción de incendios

Ante la morosidad de las Administraciones públicas con las operadoras de helicópteros. Los profesionales del sector exigen a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea un plan para evitar que los impagos se traduzcan en una menor inversión en seguridad.

Madrid, 12 de junio de 2013. El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas quiere expresar su preocupación ante la posibilidad de que los recortes presupuestarios para la campaña de Extinción de Incendios 2013 y la morosidad acumulada de las Comunidades Autónomas con las operadoras de helicópteros puedan repercutir en la seguridad aérea de las operaciones.

Dicha preocupación se deriva de las declaraciones hechas la semana pasada por el Secretario General de AECA – Helicópteros, que presentó la campaña de extinción de incendios contratada este año por las Comunidades Autónomas. En sus declaraciones, Dámaso Castejón denunció la enorme morosidad acumulada por las administraciones públicas con las empresas adjudicatarias de las campañas de extinción de incendios, que asciende a 70 millones de euros en todo el territorio nacional.

Asimismo, recordó que estas empresas dependen en su mayor parte de los contratos con las Comunidades Autónomas, y que alrededor del 20 por ciento de su facturación se reinvierte en la formación y especialización de su personal, así como en el mantenimiento y la renovación de la flota. Precisamente, en opinión de SEPLA, los cuatro pilares que sustentan la seguridad aérea.

SEPLA quiere expresar su preocupación por la incidencia que puede tener para la seguridad aérea la reducción en los ingresos de las empresas, así como por su propia viabilidad, ya que de ellas dependen 2.400 profesionales. Por ello, insta a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las operaciones, a la vez que pide a las Administraciones que den la más absoluta prioridad a solventar sus deudas con las operadoras de helicópteros. La crisis no puede servir de excusa para precarizar las condiciones en las que se desenvuelve una operación del riesgo y la precisión de la extinción de incendios.