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Aviación

“Volar, historia de una aventura”

• La exposición del Museo de Aeronáutica y Astronáutica recorrió la historia de nuestra aviación militar.

El pasado día 12 de febrero el Museo de Aeronáutica y Astronáutica, a petición del Concejal Presidente de los distritos de la Latina y Hortaleza, inauguró en la sala Paco de Lucia de la Junta Municipal de Latina la exposición itinerante “Volar, historia de una aventura”. Esta exposición recorre la historia de la aeronáutica española desde su inicio, el 24 de diciembre de 1884 con la fundación de la Compañía de Aerostación del Batallón de Telégrafos del Cuerpo de Ingenieros en Guadalajara, hasta nuestros días.

Uno de los objetivos del Museo es el de dar a conocer a la sociedad española actual su Ejército, del Aire (EA), y su historia, hoy en día un gran desconocido. Probablemente debido a la finalización a finales de 2001 del Servicio Militar Universal y Obligatorio, establecido ya en la Constitución de 1812 (“la Pepa”), y popularmente conocido como “la Mili”, ha impedido que la juventud se acercara y se integrara en sus Fuerzas Armadas (FAS) compartiendo y conociendo la misión encomendada por nuestra Constitución.

Por otro lado, la costumbre que los miembros de la FAS han adquirido de acudir a sus destinos no utilizando el uniforme que les caracteriza, vistiendo de paisano, debido al riesgo de atentados terroristas que durante años hemos sufrido, ha hecho desaparecer su presencia en las calles de nuestro país desvaneciéndose de la vida diaria de nuestra sociedad.

Unido a la específica forma de trabajar de las FAS en la que prima la discreción, que no el ocultismo, de forma discreta y de puertas para dentro, han reducido significativamente su presencia a días muy concretos como son el Día de la Fuerzas Armadas (DIFAS), el Día de la Hispanidad o alguna jornada de puertas abiertas y, en el caso específico del EA, prácticamente a ser una mera traza blanca en nuestro cielo al surcarlo sus aviones.

Como ya he comentado, la exposición recorre la historia de la aeronáutica militar española durante más de 130 años, 1884-2921, a través de un itinerario marcado por una serie de hitos que obligaron al EA a un esfuerzo añadido. Este transcurrir por el tiempo nos ha obligado a una evolución especialmente marcada por una exigente preparación técnica y, progresivamente, a un cambio de mentalidad convirtiendo a la aeronáutica militar española en una fuerza altamente tecnificada, eso sí, sin olvidar los principios militares que le dan su razón de ser y a los objetivos que nuestra constitución nos asigna.

Aquí es justo resaltar que el EA no fue creado hasta acabar la Guerra Civil del 1936, el 9 de octubre de 1939 concretamente, y que hasta ese año, durante 55 años, la aeronáutica fue responsabilidad del Ejército, hoy llamado de Tierra para diferenciarlo del nuestro, el del Aire, iniciando su andadura dentro de su antigua Arma de Ingenieros.

La aerostación, la llegada de los primeros aviones y la creación de la primera base aérea, Cuatro Vientos “Cuna de la Aviación Española” (ubicada en el distrito de Latina), su primera escuela ubicada allí donde se formaron las primeras promociones de pilotos, “Aquellos chalados en sus locos cacharros”, las Operaciones aéreas en el Norte de África 1913-1926, los Grandes Vuelos 1926-1936, la instauración de la II República Española el 14 de abril de 1931, la Guerra Civil 1936-1939, el aislacionismo político después de la II Guerra Mundial, los acuerdos de Madrid con EE.UU. en 1953 y la consecuente llegada de material procedente de la ayuda americana, la creación del Ministerio de Defensa el 4 de julio de 1977, la Constitución de 1978, el ingreso como miembro de pleno derecho en La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en 1982 y la integración progresiva en todas las organizaciones políticas europeas especialmente en la Comunidad Europea (CE), firmado en 1985 y en forma efectiva en 1986, la integración con nuestros socios europeos en la industria aeronáutica desarrollando de forma conjunta las últimas adquisiciones de material aeronáutico para sus fuerzas armadas y, por último, la participación activa en misiones internacionales en el exterior son los hitos a los que anteriormente he hecho mención y que han conformado y dado carácter a nuestro Ejército del Aire de hoy.

La exposición no habla pues de personas ni de méritos concretos excepto una breve mención a los que se consideran los pioneros y precursores, fundamentales para el impulso inicial y su posterior desarrollo de nuestra aeronáutica, a saber: Pedro Vives Vich, Benito Loygorri Pimentel, el Infante de Orleans Alfonso de Orleans y Borbón, Alfredo Kindelán Duany y Emilio Herrera Linares.

También se hace mención muy someramente a los pilotos que participaron en los principales grandes vuelos que se realizaros entre 1926 y 1936, (“más alto, más lejos, más rápido”) entre la finalización de los vuelos en el conflicto del norte de África y el inicio de la Guerra de Civil de 1936.

En todo este proceso la mujer tiene una presencia que ha ido creciendo desde aquellos inicios, prácticamente nula, hasta en nuestros días, con una integración completa e igualitaria al hombre.

La exposición, por lo comentado dos párrafos atrás, no comenta la presencia de las mujeres en el EA y por eso creo que no estaría de más recordar a aquellas que rompieron moldes y abrieron puertas para la integración completa de las mujeres de que disfrutan hoy en día en el EA.

La primera aviadora española no llegaría hasta 1928. La madrileña María Salud Bernaldo de Quirós logró su título en la Escuela Nacional de Aeronáutica, 17 años después de hacerlo en primer hombre. Un cuadro suyo, con texto explicativo, está presente en el pasillo de personajes ilustres del hangar nº1 del Museo de Aeronáutica y Astronáutica (MAA).

Durante la guerra civil española las catalanas Pepa Colomer y Dolors Vives fueron llamadas a instruir a pilotos de la República. Volaron también misiones lanzando propaganda y vuelos de reconocimiento sobre el Mediterráneo.

Lacanaria Carmen Yolanda Gassó Vila fue la primera mujer piloto en el Ejército del Aire, ingresó en las Fuerzas Armadas en 1991 y cuenta con más de 3.000 horas de vuelo.

La castellonense Patricia Campos Doménech, ingresó en la Armada en 2005 y fue la primera mujer en volar una aeronave reactor en la Armada Española.

La capitán almerienseRosa García-Malea se convirtió en 2007 en la primera mujer en pilotar en España un avión de combate F-18 volviendo a hacer historia posteriormente al convertirse en la primera mujer en incorporarse a la Patrulla Águila, estandarte de nuestro Ejército del Aire.

La tenienteElena Gutiérrezse ha convertido el pasado año 2020 en laprimera mujeren pilotar en solitario uncaza de combate Eurofighterdel Ejército del Aire español operando ya con este avión desde la base de Morón de la Frontera (Sevilla), en el 113 Escuadrón del Ala 11.

En el ámbito de la aviación civil la situación no fue mejor y no fue hasta la década de los 60 cuando Bettina Kadner (de padres alemanes) se convirtió en la primera mujer en pilotar un avión comercial, provocando no solo cambios sociales sino culturales y legislativos. Seis décadas después tan solo un 5% de los pilotos comerciales en España son mujeres aunque cada vez es mayor su presencia en las escuelas de vuelo.

Finalizando, comentaré que durante estos quince días de exposición se han “plantado” complementándola, como en las fallas de Valencia y durante los día 19, 20 y 21 de febrero, dos aviones reales del inventario del Museo (un Northrop F-5A “Freedom Fighter” Morón y un North American T-6 “Texan”) que han tenido una gran aceptación entre los visitantes y cuya afluencia a la sala Paco de Lucía ha alcanzado una cifra superior a las 2000 personas.

Aviadoras, visitando la exposición del Museo del Aire

No podíamos terminar sin resaltar y agradecer los medios y el personal facilitado por la Junta Municipal del Distrito de Latina sin los cuales no habría sido alcanzar los objetivos que con esta exposición se había marcado el Servicio Histórico y Cultural del EA.