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Profesión

Un año después, ¿cómo ha cambiado tu vida?

• En el día de la mujer, varias aviadoras nos han contado cómo ha afectado la crisis del COVID-19 en sus vidas.

8 de marzo de 2021.

Se cumple un año desde que la pandemia del COVID asestó un golpe a nuestras vidas del que aún no nos hemos recuperado. En el aniversario del confinamiento, hemos querido saber cómo vivieron las aviadoras la reclusión en sus casas, el dejar de volar y la incorporación de la tecnología a sus vidas.

La mayoría de aviadoras consultadas ha declarado haberse sentido “agobiadas” por el confinamiento de los primeros meses de la pandemia. Un agobio que se vio, en cierta manera, relacionado con el aumento de las actividades cotidianas respecto a épocas anteriores, producido por el mero hecho de permanecer en casa. Muchas de las entrevistadas relacionaban su agobio verse ancladas en casa pudiendo, únicamente, dedicarse a actividades que tenían que ver con el hogar, sin opción de poder volar. Se refieren las aviadoras a actividades como compaginar la educación escolar de sus hijos, la suya personal y las tareas del hogar.

Dejar de volar ha sido uno de los puntos señalados como la principal falta. Una situación, la de dejar de volar, que aún dista mucho de haber vuelto a la normalidad, ya que el tráfico aéreo está aún en cifras muy lejanas a las de una situación normal.

Pero, a pesar de esta rara situación, nuestras aviadoras afirman haber buscado una lección y un punto de vista positivo a la situación. Uno de ellos fue el poder dedicar más tiempo a la familia. Todas las entrevistadas, con pequeñas excepciones, pudieron disfrutar de sus seres queridos de una forma más continuada y cercana. Además, la tecnología ha jugado un papel muy importante durante el periodo de confinamiento, convirtiéndose en el principal medio de conexión con el exterior, tanto con allegados como para buscar información sobre la evolución de la pandemia. Otro aspecto destacable durante el confinamiento es que muchas personas dedicaron este tiempo para formarse y aprender en sus campos. En este caso, la gran mayoría de aviadoras consultadas declaran haber buscado la manera de aprender y estudiar nuevos ámbitos de la aviación. Una forma de aprovechar el tiempo e invertirlo en aquello que les apasiona y que, a la vez, les estaba prohibido: volar.

Finalmente, todas llegan a la conclusión de que sus vidas han cambiado en algún aspecto. Para algunas, ha pegado un gran vuelco y para otras simplemente ha variado en pequeños detalles. Se ha aprendido a tener más paciencia, a valorar mucho más su trabajo o incluso la naturaleza. Y es que la pandemia ha dado razones de sobra para mudarse a un lugar más tranquilo y alejado de la ciudad. También ha servido para buscar nuevas formas de ocio en familia –“antes éramos más individualistas”, afirmaba una entrevistada-.

¿Y cómo ven nuestras aviadoras el futuro? Ahí el ánimo vuelve a decaer. “Incierto”, “incertidumbre”, “algo que asusta” han sido algunos de los calificativos ante un porvenir que nadie es capaz de anticipar ni prever. Sin embargo, en general, se busca una pizca de esperanza y optimismo: “será mejor que el presente”, alegan con confianza

“Las épocas de crisis son épocas de oportunidades”. Así lo han visto ellas, desde las más optimistas a las que contemplan un futuro más sombrío. Eso sí, siempre buscando un lado positivo. Siempre, con la vista puesta en el horizonte. Como desde la cabina de un avión.