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Ryanair

Ryanair avanza en su externalización con el juicio del ERE en el horizonte

La aerolínea irlandesa avanza con paso firme hacia el desvío de producción a sus filiales con el objetivo de abaratar costes y volará con Lauda a Santiago

Gonzalo López – Departamento de Comunicación Sepla

27 de febrero de 2020

El pasado mes de agosto, con la huelga de pilotos de Ryanair en ciernes, los delegados sindicales de Sepla no dudaban en los motivos que llevaban a la aerolínea irlandesa a iniciar un proceso de despido colectivo en sus bases de Canarias: “Crear la low-cost de la low-cost”. Meses después y con el ERE ya consumado -a la espera de la vista que tendrá lugar el próximo 10 de marzo en la Audiencia Nacional-, incluso la propia Ryanair ha llegado a comunicar que está traspasando su operativa a sus filiales Buzz y Malta Air. Esto tiene el objetivo de reducir los costes y derechos laborales de sus trabajadores, según las sospechas de la Sección Sindical.

La retirada de los aviones de Ryanair de sus bases está directamente relacionada con la externalización y el desvío de estos a las bases que la aerolínea irlandesa tiene en Polonia, Hungría, República Checa, Malta, Italia, Alemania y Francia. De hecho, Buzz opera en los tres primeros, mientras que las bases y aviones del resto de países han quedado en manos de Malta Air. Un proceso rápido con el que Ryanair ha perdido ya más de 100 Boeing 737-800 desde el pasado mes de septiembre.

La comunicación de los resultados del tercer trimestre de 2019 de Ryanair desveló que su intención es la de aumentar de manera ostensible las flotas de Malta Air y Buzz durante 2020 con el objetivo de que sean estas quienes operen en el centro y el este de Europa. Según sus previsiones, en septiembre de 2020, Malta Air contará con 120 B-737, mientras que Buzz tendrá 50 de estas aeronaves. Por el momento, el desmantelamiento de Ryanair ha llegado hasta el punto de que la matriz cuenta con sólo 318 aviones (107 menos que en septiembre), mientras que el operador con AOC maltés ya ha recibido 89 unidades y Buzz otras 38, según datos recabados a través de Planespotters.net.

El desvío de la producción de Ryanair en Europa coincide con los retrasos en la entrega de los B737-MAX. Las 20 unidades que la aerolínea irlandesa esperaba en la primera remesa no llegarán, al menos, hasta después del verano. Es por esto que, la matriz está recomendando a sus pilotos a acogerse voluntariamente a permisos no retribuidos para evitar, según ellos, perder puestos de trabajo. Mientras tanto, continúa el desvío de aviones hacia las filiales, y se retiran aparatos de bases como Madrid, Girona o Stansted entre otras.

Lauda, la otra aerolínea del grupo se encuentra con un escenario distinto, tanto por sus áreas de acción, como por el hecho de que opera con aeronaves de Airbus. Sin embargo, España no se libra de esta estrategia, ya que se ha tenido conocimiento de que dos de las seis frecuencias semanales que Ryanair opera entre Palma de Mallorca y Santiago pasarán a ser de Lauda en junio.

Carta de Ryanair a sus empleados para comunicarle la retirada de aviones. En ella, invita a los pilotos a solicitar permisos no retribuidos o excedencias, aunque sin especificar de cuánto tiempo

Todo esto sucede cuando quedan menos de dos semanas para la vista por el despido colectivo de Ryanair en Canarias, que tanto Sepla como USO y Sitcpla llevaron a la Audiencia Nacional por considerarlo fraudulento al carecer la aerolínea de motivos para su ejecución. Un fraude cada vez más evidente a juzgar por el fortalecimiento que están viviendo las filiales de Ryanair Holdings en toda Europa, a costa del progresivo adelgazamiento de la matriz.