¿Reduced Crew Operations (RCO), un futuro innegable?

eMCO + SiPO = RCO, al terminar de leer este articulo el lector será capaz de entender estos acrónimos y en que consiste esta iniciativa que dos fabricantes europeos impulsan a toda costa buscando su propio beneficio.
En junio de 2020 el fabricante europeo Airbus publicó una nota de prensa en la que informaba con orgullo el final del proyecto “Autonomous Taxi, Take-Off and Landing“ (ATTOL, por sus siglas en inglés), indicando la posibilidad de que su último reactor comercial, el Airbus A350, en su variante -1000, ha sido capaz de lograr operar de manera autónoma satisfactoriamente un ciclo de vuelo completo desde el estacionamiento1.
En la nota, Airbus destacaba como esta tecnología se desarrolló con el fin de “ayudar a los pilotos a centrarse menos en las operaciones de la aeronave y más en la toma de decisiones estratégicas y la gestión de la misión”. Hasta ahí, estamos de acuerdo. Cualquier desarrollo tecnológico que busque la mejora de la seguridad aérea es algo positivo para la industria de transporte más segura del mundo2.
Sin embargo, la misma nota señala lo siguiente:
“Airbus está abriendo posibilidades para crear nuevos modelos de negocio que transformarán la forma en que se desarrollan, fabrican, vuelan, propulsan y mantienen los aviones”.
No debemos olvidar que el objetivo de cualquier fabricante (aeronáutico o no) es maximizar sus beneficios; y para ello, es innegable que, en este mercado tan competitivo, la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías es fundamental para ofrecer nuevos y mejores productos. Y es aquí donde encontramos la primera amenaza.