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Senior

Los pilotos Senior, en la FIO

Recuperamos dos testimonios de veteranos pilotos de la FIO, Jaime Ruiz Larrea y Fernando Adrados, que cuentan su trayectoria en la aviación

JAIME RUIZ LARREA

«Atendiendo a la petición que me hizo en su día Toñín Ulibarri de escribir sobre mi trayectoria aeronáutica y como piloto jubilado colaborando en la FIO, paso a contarlo brevemente.

En 1967, estudiando en la Escuela de Ingenieros del ICAI, tuve la oportunidad de hacer el curso de Piloto Privado en el verano. Aquí fue donde descubrí mi verdadera vocación. Aparqué todo lo demás y puedo decir que fue la mejor decisión de mi vida.

En enero de 1968, a la espera de una convocatoria de Piloto de Complemento, aproveché para realizar el curso de Flight Student en Iberia donde volé durante solo 3 meses, ya que en agosto de ese mismo año ingresé finalmente en la XIX Promoción de Pilotos de Complemento del Ejército del Aire en Granada, donde hice el curso de Bücker. En 1969 hice los cursos de T-6 y DC-3 en Salamanca, siendo destinado al año siguiente a la Escuadrilla Base de Villanubla volando el T-6 y en marzo de 1971 a Getafe volando el Azor durante algo más de un año.

En junio de 11972 ingresé en Iberia realizando la prueba inicial en el DC-3 y luego volando el Fokker-28 en la entonces Escuela de Pilotos de Iberia.

He volado también muchas otras flotas: DC-9 MD-87 B-727 DC-8(/52/55/63) B-757 y A-340. He teniendo además la suerte (y las ganas) de haber sido el primero de los pilotos que de Iberia de jubilarme a los 65 años. Fue en enero de 2014, en el vuelo GIG-MAD con un A-340/600.

Durante mi tiempo en Iberia, descubrí también el Vuelo Sin Motor. En 1998 tuve el privilegio que me acogiesen en la FIO, donde he sentido otra vez la emoción y el placer de poder volar algunos de esos maravillosos aviones de la FIO: Bücker, Miles Falcon y últimamente en la formación de biplanos más antiguos con la De Havilland Moth de 1.925.

Una vez más agradezco a Toñín con su incansable disposición para todo, así como a Sepla por medio de Mach82, que hagan de altavoz de esta maravillosa Colección, ya que, después de tantos años y con el tesón de Carlos Valle y sus más directos colaboradores que nos «empujan» a todos sería muy triste que, dada las circunstancias actuales, se quedaran los aviones en «dique seco».

Recomiendo, al que no lo haya hecho todavía, se acerque al museo cualquier día. Allí podrá ver, de primera mano, que todo el esfuerzo hecho entre todos merece la pena».

Fernando Adrados

Mi vida aeronáutica comienza en 1963, con 16 años, en las laderas de la escuela de vuelo sin motor de Somosierra, volando el SG-38, Schvgleiter, cursos A y B (hoy día inexistentes).

Seguí con vuelo a vela en Monflorite y Ocaña, con los títulos “C” y “C de Plata”.

En 1967 ingresé en la XVIII Promoción de Pilotos de Complemento en Granada, curso elemental con la Bücker, realizando 45 horas y al año siguiente en Salamanca con el T-6 y DC-3.

Ya de Sargento Piloto de Complemento fui destinado a Villanubla (Valladolid) donde volé los Saetas durante más de tres años.

En 1973, pasé a líneas aéreas en la compañía Aviaco, donde volé el Caravelle hasta el año 1980. A partir de entonces, comencé a volar el DC-9, del que llegué a ser Comandante. Poco después, conseguí ser Instructor de esa flota, así como del MD-88 y 87.

En 1999, tras la integración con Iberia, seguí volando el mismo avión hasta mi jubilación en el 2007, con 60 años.

Hasta el 2012 (Jubilación definitiva) volé en la compañía Swiftair, con aviones MD-80-82-83. Allí hice vuelos muy interesantes, especialmente en África y Oriente Medio.

En el Aeronáutico deportivo, comencé en 1978 en la formación del Club de vuelo Acrobático J.L Aresti, con la Bucker, Trener Master, Acrostar y Pitts Special.

Ya en el 80 y con la llegada de los aviones Zlin Z-50, formé parte del equipo Nacional de Vuelo Acrobático hasta el 88, participando en varios campeonatos de Europa y del Mundo, además de exhibiciones diversas por España.

En 1989 y partiendo de la sección de Aviones Históricos del Club Aresti, se constituye la “FIO”, a la que pertenezco desde su fundación.

En la FIO he volado varios aviones como la Bücker, Pitts, Saeta, T-6, Fleet y Coruper-Swift, dependiendo de las necesidades de las exhibiciones.

En la actualidad vuelo la Bücker cuando falta alguno de los geniales componentes de la patrulla de Bückers.