La Virgen de Loreto o el milagro de volar
Se dice que unos ángeles trasladaron volando la casa de la Virgen desde Palestina hasta Italia, pasando por Croacia

10 de diciembre de 2020.
Desde 1920, se considera a la Virgen de Loreto Patrona de los aviadores. Pero ¿cuándo y cómo nació este vínculo?
La leyenda cuenta que, en el año 1291, los cruzados cristianos se vieron forzados a abandonar Palestina ante la invasión mameluca, llevándose consigo la casa donde la Virgen María había residido y donde tuvo lugar la Anunciación. Fue un grupo de ángeles quienes trasladaron las tres paredes de esta Santa Casa desde Nazaret hasta Dalmacia, en Croacia. Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1294, los ángeles volvieron a desplazarla sobrevolando un bosque de laureles hasta Ancona, en Italia. De ahí, volvió a volar hasta su ubicación definitiva en el municipio de Loreto, en la región italiana de Las Marcas.
El traslado sobre el bosque de laureles (lauretum, en latín), fue lo que le dio su nombre definitivo: Virgen de Loreto. El milagro del transporte por vía aérea de esta casa, hoy convertida en un importante centro de peregrinaje, fue lo que decidió su afiliación final con los aviadores. El 24 de marzo de 1920, el Papa Benedicto XV declaraba a Nuestra Señora de Loreto patrona de todos los aeronautas. Meses más tarde, el 7 de diciembre de 1920, el Rey Alfonso XIII puso bajo su patrocinio al Servicio de Aeronáutica Militar, precursor, junto a la Aeronáutica Naval, del Ejército del Aire.
Las investigaciones históricas descartan el milagro del traslado por aire, si bien sí constatan que la casa Santa Casa de la Virgen María fue el lugar donde nació y fue educada María. Esta casa habría estado formada por una habitación de tres paredes de piedra que encerraban una gruta excavada en la roca.
Santuario de la Santa Casa en Loreto
Mientras dicha gruta se venera en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, son las tres paredes de la casa las que hoy rememoran el lugar donde habitó la Virgen María. Varios documentos y excavaciones arqueológicas han confirmado la hipótesis de que las paredes de la Santa Casa fueron transportadas a Loreto en un barco financiado por la familia de la nobleza Angeli, que reinaba en Epiro.
De hecho, según un documento de 1294 Niceforo Angeli, déspota de Epiro, en la concesión de su hija Ithamar como esposa a Felipe de Tarento, hijo del rey de Nápoles Carlos II de Anjou, incluyó en la dote una serie de bienes entre los que figuraban “las santas piedras traídas de la Casa de Nuestra Señora la Virgen Madre de Dios”. A partir de mediados del siglo XV, para proteger los humildes muros de piedra y para acoger la creciente multitud de peregrinos que visitaban las sagradas reliquias en Loreto, se iniciaron los trabajos para la construcción del magnífico santuario. Hoy, es uno de los puntos más importantes de peregrinaje cristiano, y el más relevante para los devotos de la Virgen María.
Después de hacerlo España en 1920, otros países de tradición hispánica como Argentina, Colombia, Chile, Venezuela o Perú también asumieron a la Virgen de Loreto como la patrona de sus fuerzas aéreas y de sus aviadores.
Santuario de la Santa Casa en Loreto