La nueva Ley de Seguridad Aérea, una oportunidad perdida para la seguridad
El Congreso de los Diputados aprobó recientemente la Ley 1/2011 de Seguridad Operacional, que modifica la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea.
Este nuevo documento supone un varapalo en dos aspectos fundamentales para la seguridad aérea, como son la protección de las conversaciones de la cabina con la torre de control y la garantía de independencia y autoridad del comandante en la toma de decisiones operacionales. Ambos puntos estaban contemplados en el borrador aprobado por el Senado hace apenas una semana, a pesar de lo cual la cámara de diputados ha decidido eliminarlos del texto final.
SEPLA lamenta la ocasión desperdiciada por nuestros representantes parlamentarios para mejorar la seguridad aérea, al haber tirado por la borda unas enmiendas clave para el ejercicio de las operaciones aéreas. La confidencialidad de los datos obtenidos a través de las conversaciones registradas entre el piloto y la torre de control es vital para garantizar un adecuado uso de las mismas, que deben servir única y exclusivamente para su análisis técnico a la hora de determinar medidas preventivas y mitigadoras de cualquier amenaza para la seguridad. Así lo establece la Organización Internacional de Aviación Civil en su Anexo 13.
Por su parte, la independencia del comandante a la hora de tomar decisiones preventivas para la seguridad de los vuelos es uno de los pilares básicos sobre los que se sustenta la seguridad aérea. La injerencia externa en la toma de decisiones de los pilotos -como puede ser la amenaza de despido al comandante en caso de no iniciar un vuelo si considera en riesgo su seguridad-, ha demostrado en varias ocasiones ser fatal para la vida de tripulaciones y pasajeros.