La ayuda técnica y psicológica que ofrece Sepla ante accidentes
Un piloto en formación que sufrió un accidente de avioneta en Mutxamiel nos cuenta su experiencia y cómo llamar al teléfono de emergencias de Sepla, le ayudó a sobrellevar la situación

06/05/2021
Piloto anónimo
Un día como otro cualquiera del mes de marzo, y tras haber finalizado recientemente mis exámenes teóricos de ATPL, me decidí a realizar una navegación en vuelo visual desde Cuatro Vientos (Madrid) al aeródromo de Mutxamel, en Alicante, con una Piper pa28 y dos acompañantes de confianza. La salida fue en torno a las 10 horas locales con buenas condiciones meteorológicas. Actualmente estoy en proceso del IR/MEP y CPL.
El vuelo en cuestión era para acumular horas de vuelo como requisito para el CPL, también llamado “time building” en reglas de vuelo visual. Posteriormente, seguimos nuestra ruta pasando por Albacete hasta comenzar la aproximación al campo.
Tras una travesía tranquila y un posterior aterrizaje seguro, un pequeño altercado hizo que el avión se saliera de la pista por un lado hasta quedar parado. Unos segundos después de tocar tierra fue cuando noté que algo iba mal. Al intentar mantener el eje de pista, el avión se fue para un lado incontroladamente, hasta salirse y quedar parado. Reaccionamos rápido e intentamos hacer todo lo posible para parar el avión por nuestra cuenta, pero el avión no paró hasta no dar con un montículo de tierra. Cuando quedamos completamente parados cortamos, apagamos todos los sistemas y salimos.
Tras este suceso, las sensaciones fueron bastante malas y desagradables. Mis pensamientos se centraban en las posibles consecuencias en todos los aspectos, así como en las responsabilidades que recaerían sobre mí. Fue en ese momento, cuando un acompañante me recordó la opción de llamar a Sepla antes de hacer ningún informe ni nada parecido. Yo me había asociado hace no mucho tiempo. Fue Javier Martín-Chico, director del Departamento Técnico, quien me cogió la llamada y, con la ayuda de Nerea, Directora de la Dirección de Relaciones Institucionales así como abogada aeronáutica, entre ambos me dieron pautas de cara a afrontar los pasos a dar durante las siguientes horas. Sus consejos no abarcaron sólo aspectos técnicos, ayudándome con los informes que había que rellenar, reuniones con el propietario el avión y CIAIAC, también me brindaron ayuda psicológica.
Después de un momento como este, uno se siente bastante perdido y asustado. Sin embargo, tras hablar con Sepla pude conseguir encontrarme más calmado y aliviado, sabiendo que hay alguien a mi lado apoyándome en esta situación. Aun siendo un simple asociado, la ayuda que recibí fue más que suficiente y aun no teniendo cobertura legal por ser asociado, se ofrecieron a asesorarme en todo lo necesario sin problema. Recomiendo a cualquier persona que esté formándose como piloto o siendo tal, afiliarse/asociarse, ya que a cualquiera nos puede pasar una situación desafortunada. Tener ese apoyo profesional detrás en momentos complicados se agradece enormemente.