• Aviación
Explorando el espacio aéreo integrado

En esta entrevista, Rafael Muñoz Delmás, copiloto del B787 y co-organizador del Airspace Integration Week, desgrana las principales novedades que presentará este evento en Madrid. Esta semana del ámbito aeroespacial, que se celebra del 25 al 28 de septiembre, permitirá conocer y analizar las oportunidades a los que se enfrenta la aviación con la integración del espacio aéreo, con la vista puesta en la necesidad de garantizar la seguridad de las operaciones.
Pregunta. ¿Cuáles son las novedades más importantes que trae Airspace Integration Week para el sector de la aviación?
Respuesta. El ámbito en el que se desarrolla la actividad de nuestro sector, el espacio aéreo tradicional, ya no es exclusivo de la aviación tripulada. La proliferación del uso de drones -tanto para uso civil como militar- y la llamada democratización del espacio, con un incremento exponencial de los lanzamientos y del resto de actividad espacial, es ya algo con lo que convivimos día a día.
E irá a mucho más en los próximos años, con el despliegue del U-Space para permitir el desarrollo de la Urban Air Mobility y el desarrollo de la capacidad espacial de multitud de naciones.
Es por esta razón que no tiene sentido ya hablar de la gestión del tráfico aéreo (ATM), si no se concibe en su integración con la gestión del tráfico no tripulado (UTM) y el espacial (STM). De ahí el nombre y el sentido de este congreso, que aúna por primera vez los tres ámbitos de una forma global.
P. Con la consolidación de Airspace Integration Week en Madrid, se posiciona a la capital y al país como referentes en el sector aéreo europeo. ¿Qué importancia tiene este hito para la aviación española?
R. La celebración de un evento de estas características en nuestro país es, sin duda, una fantástica noticia para todo el sector aeroespacial español, y como no también para la aviación comercial española, como actor fundamental de este espacio aéreo integrado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Se trata de un evento por y para la industria, que será la gran beneficiada de un encuentro como éste.
P. ¿Cuál es para ti el momento más esperado de estos tres eventos (Airspace Integration Week, Expodrónica Airshow y el World Space Summit (WOSS)?
R. No puedo decir un momento que espere con ansia, más que el ver que el fruto de tanto trabajo es finalmente una realidad. AI Week es un congreso que, a pesar de ser heredero del World ATM Congress, parte en cierto modo de cero al incluir áreas que jamás se habían tocado en el mismo, como el Espacio.
Eso ha supuesto un esfuerzo titánico de organización, en mi caso para crear un programa atractivo que atraiga a expertos relevantes y conseguir que los mismos participen en las mesas redondas.
P. ¿Qué va a descubrir un piloto comercial en el Airspace Integration Week?
R. La profesión de piloto es eminentemente vocacional. Eso conlleva una enorme inquietud por el ámbito aeronáutico en general, en la gran mayoría de los casos.
En este congreso se muestra el ámbito aeroespacial tal y como es ahora, un compendio de operaciones tripuladas, no tripuladas y espaciales -tanto de ámbito comercial como militar-, que han de integrarse necesariamente para no comprometer la seguridad de dichas operaciones.
Si bien esa integración de los conceptos de ATM, UTM y STM es lo que da sentido a la feria, se tratarán numerosas temáticas de gran interés de cada una de las áreas, tanto en mesas redondas como presentaciones de expertos relevantes del ámbito institucional e industrial.
Un congreso que además tiene lugar tanto en IFEMA (días 25 y 26) como en Cuatro Vientos (días 27 y 28), permitiendo esta segunda localización la realización de demos al aire libre, para complementar a los anteriores.
P. Los UAS van a jugar un papel muy importante en esta semana, ¿qué avances se van a presentar?
R. Sin duda van a ser protagonistas en este congreso. Y si bien la presencia de la industria de aeronaves no tripuladas va a ser fundamental en IFEMA, en Cuatro Vientos lo será mucho más precisamente por la posibilidad de poder observarlos en tierra y en vuelo.
El mundo de los UAS está viviendo una enorme expansión y revolución tecnológica, centrada en desarrollar sistemas fiables de navegación autónoma, para poder operar en el futuro U-Space y desarrollar así sus enormes posibilidades de transporte logístico y de personas, en la futura Advanced Air Mobility.
P. Como piloto y desde tu experiencia, ¿qué opinas de la incursión de nuevos actores con lo que compartir el espacio aéreo limitado hasta la fecha, en gran medida para aviones comerciales, de carga y aviación militar?
R. Pues que es algo inexorable, y que -aunque aún nos afecta poco en nuestro día-, vamos a comenzar a hablar sobre ello y a experimentarlo cada vez más al bordo de nuestras aeronaves. Ya se incluyen de hace algún tiempo en nuestros despachos de vuelo, por ejemplo, los fenómenos meteorológicos en el espacio por su potencial incidencia para la aviación comercial.
Y se habla cada vez más de los riesgos potenciales para la aviación por las re-entradas no controladas de objetos y aeronaves desde el espacio, que pueden ser habituales en el futuro como consecuencia del incremento de la llamada “basura espacial”.
Y cada vez se habla más de la necesidad del despliegue de equipos Contra-UAS en los aeropuertos para evitar episodios de interferencia de los mismos en las aproximaciones de los aviones comerciales, que ya empiezan a ser algo relativamente habitual.
Aspectos todos ellos del ámbito aeroespacial que eran inexistentes o totalmente irrelevantes para nosotros hace pocos años, y ahora impactan con fuerza en nuestra profesión.
P. ¿Qué es el cielo único y qué sectores están llamados a compartirlo?
R. El Cielo Único Europeo (Single European Sky, o SeS), es una iniciativa que nace del seno de la Unión Europea para, a través de la unificación o mayor coordinación de las áreas de control que la componen, ser capaces de gestionar el tráfico aéreo de una manera más eficiente, segura y sostenible. Son precisamente los estados miembros de la UE los llamados a compartir y beneficiarse de las ventajas que esta cohesión y unicidad van a suponer.
P. ¿Qué falta para que el espacio aéreo único se implemente en Europa?
R. Son múltiples las barreras que a nivel político, regulatorio, administrativo, financiero, etc… dificultan la instauración efectiva de este espacio único europeo. Por ejemplo, hace falta una costosa inversión en tecnología y seguridad de sistemas para permitirlo, y claro, para ello no tienen la misma disposición ni capacidad todos los estados miembros.
Por otro lado hay temas de soberanía, seguridad nacional y relaciones internacionales que son muy sensibles a la hora de permitir una libre circulación por el espacio superior europeo, por ejemplo.
Y, por supuesto, la regulación ha de armonizarse completamente en todos los estados miembros, y todo eso lleva mucho tiempo por la enorme resistencia al cambio de muchos estamentos y la gran dificultad de tomar decisiones con rapidez en el ámbito de la Comisión Europea.
P. Por último, la integración del espacio aéreo único a nivel mundial, ¿quimera o realidad?
R. Si estas barreras dificultan notablemente el lograr un cielo único en el ámbito de la UE, podemos imaginar que las mismas siguen existiendo y en mayor medida conforme aumenta el ámbito geográfico. El lograrlo por tanto a nivel mundial, es sin duda un objetivo muy ambicioso, complejo y desafiante, pero en un futuro a relativo largo plazo no tiene por qué ser una quimera.
Lo que es evidente es que el aumento exponencial de las operaciones de aviones tripuladas, y en breve las no tripuladas e incluso las que exceden de nuestra atmósfera, exigirán soluciones colaborativas para lograr una mayor coordinación e integración, con objeto de alcanzar unos casi obligados altos niveles de eficiencia y sostenibilidad.