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«En la extinción de incendios, lo más importante es saber trabajar en equipo»

• Entrevista a Enrique Boix Rodríguez, piloto de extinción de incendios

Mach82. Diciembre de 2016

Casi 900 hectáreas (900 campos de fútbol) fueron arrasadas a finales de este verano por el fuego en el norte de Alicante, en los municipios de Xávea y Benitatxell. Enormes llamaradas se concentraron en las inmediaciones de una ciudad construida en torno a las urbanizaciones playeras. 1400 vecinos fueron desalojados, aunque afortunadamente no hubo que lamentar víctimas mortales.

El incendio estuvo activo durante casi tres semanas. En su extinción participaron 26 aeronaves entre hidroaviones y helicópteros. La encomiable labor de las tripulaciones y brigadas implicadas en la extinción no pasó desapercibida por los vecinos de la zona, que agradecieron su dedicación con enormes sábanas y pancartas desplegadas en los techos de las viviendas, en los que escribieron mensajes de cariño.

Mach82 ha entrevistado, vía e-mail, a un comandante de INAER que, a bordo de un Bell 412 formó parte del equipo humano que acabó con las llamas de Xávea y permitió el regreso de los vecinos a sus casas. Enrique Boix Rodríguez, con 46 años recién cumplidos, lleva casi 15 dedicado a la aviación, donde también trabaja como instructor de vuelo en la escuela European Flyers (antigua Intercopters). Como muchos compañeros de profesión, se declara amante de los deportes, de la montaña y de la naturaleza, la misma que contribuye a mantener viva con su trabajo.

Mach82. ¿Cómo se puso en marcha la operativa para la extinción del incendio de Jávea de este verano?

Enrique Boix. El incendio se inició en cumbres del sol, una zona de Xávea, por una colilla. Se inicia todo el operativo con una llamadas al 112 de la Eliana (CECOP, Centro de Coordinación Operativa). Desde el centro provincial de alicante se lanzan despacho automático ampliado, para la movilización de medios contraincendios.

Inicialmente era una hectárea o hectárea y media que posteriormente se reprodujo y se convirtió en un incendio de Interfaz (que combina áreas forestales con áreas residenciales) de cuarta generación. Eso llevó a que por la noche se activara el nivel 2 GIF (Gran Incendio Forestal) y la posterior movilización de todos los medios posibles, tanto terrestres como aéreos, ya que al día siguiente se generó otro incendio de Interfaz en la zona de la marina baja en el pueblo de Bolulla, adonde hubo que desviar también medios.

Una colilla mal apagada generó unincendio de Interfaz de cuarta generación, que combina áreas forestales con áreas residenciales.

M82. ¿Cómo se enfrenta un piloto a un incendio de estas características?

E.B. La manera de afrontar un incendio, ya sea grande o pequeño, es mantener el nivel de atención, cuidado y respeto en todo momento. No hay dos incendios iguales: cualquier incendio puede sorprenderte.

Cada incendio tiene sus propias características tanto de peligrosidad como de incidencia e intensidad. En estos incendios tan grandes, en los que hay tantos medios alrededor, hay que hacer un autentico ejercicio de atención sobre las otras aeronaves. En algunas ocasiones se produce un caos en las comunicaciones por saturación, excesivo tráfico en la misma zona. A eso hay que sumar las condiciones orográficas, la intensidad del humo y la visibilidad. Y eso, sin contar con posibles fallos mecánicos.

M.82. ¿Es difícil coordinarse entre todos los operativos que participan en la extinción?

E.B. Esa es una de las cuestiones que siempre se plantean en un incendio de interfaz de cuarta generación, en el que trabajan tal cantidad de medios, no tanto por la coordinación sino por la propia ordenación tanto de los helicópteros como de los aviones de extinción.

Es una cuestión difícil, y muchas veces se cae en el error de enviar todos los medios al mismo tiempo, algo que en realidad hay que evitar. Lo más efectivo es mandar sucesivas oleadas de medios que vayan solapándose en la tarea. De esta forma, se evita la saturación y las molestias que eso puede acarrear tanto en la efectividad de la operación como a la hora de crear momentos de peligro.

Por ejemplo, a la hora de conocer los puntos de agua para el abastecimiento. Si hay muchos helicópteros en la misma balsa, al final se pierde efectividad, ya que demasiados medios en el mismo punto de carga hacen que se retrase la operación.

«Lo más efectivo es mandar sucesivas oleadas de medios que vayan solapándose en la tarea»

M.82. La suya es, sin duda, una profesión de riesgo, ¿cómo gestiona un piloto ese riesgo?

E.B. Esta es la gran pregunta que muchas veces me hacen: cómo lo gestiono, cómo me atrevo, si tengo miedo… Hay que tener presente que el riesgo siempre existe en un incendio. Cuando te diriges a uno piensas cómo será de fuerte, cómo será la orografía de la zona, las condiciones climáticas, si el helicóptero responderá, si la apertura del bambi funcionará. Es imprescindible buscar las zonas de escapatoria en caso de que algo falle en el momento de la descarga, que es un momento crítico para nosotros. Lo más importante de todo es la preparación y la precaución, conocerte a ti mismo, conocer tu helicóptero y saber hasta dónde puedes llegar con él.

El bambi se usa para descargar el agua sobre la zona

M.82. ¿Cómo son vuestros entrenamientos y cuánto tiempo se le dedica?

E.B. Nuestros entrenamientos consisten en simulaciones de posibles incendios. En los casos que incluyen brigadas helitransportadas, se hace en coordinación con la brigada: practicamos la toma y posicionamiento de la brigada en diferentes escenarios simulados, donde podríamos tener tanto que dejarlos como recogerlos. También hay que simultanear con ellos dónde y cuándo hacemos la descarga de agua, así como coordinar las comunicaciones entre nosotros y nuestro técnico para el mejor aprovechamiento de las descargas de agua en un incendio real.

En lo que respecta a nosotros, tenemos que entrenar la recogida de agua en balsas y su descarga, ya sea a curva de nivel o a máxima pendiente, dos términos que se refieren a la descarga de agua en ladera de montaña.

M.82. La proliferación de la tecnología dron para la detección de incendios, ¿supone una ayuda o una amenaza para la profesión?

E.B. La tecnología DRON no creo sea una desventaja. Muy al contrario, en la operación de búsqueda y rastreo de focos de humo o posibles incendios es una herramienta tanto útil como barata y efectiva.
Desde mi punto de vista, creo además que será una muy buena herramienta en la detección y prevención de incendios.

M.82. ¿En algún momento se vio en una situación de peligro durante ese incendio?

E.B. La verdad es que sí hubo varios momentos de cierto peligro o de mayor tensión y, aunque parezca increíble, no fue en el momento de recogida ni descarga de agua, ni cuando transportaba a las brigadas de una zona a otra del incendio. El gran problema que nos encontramos en este incendio fue la gran saturación de medios aéreos en el mismo sitio. Éramos demasiados helicópteros concentrados en la misma zona, y muchas veces nos estorbábamos los unos a otros, generando situaciones de peligro.

M.82. ¿Cuáles son los mayores riesgos que corre un piloto durante una extinción de un incendio?

E.B. Los peligros que solemos correr los pilotos de incendios son varios en cada incendio que vamos. Uno de los primeros es la zona de toma que debes elegir y dónde has de dejar a tu brigada de incendios, puesto que muchas veces puede ser inclinado, alto, pedregoso o con poco espacio entre árboles para hacer un apoyo estacionario.

Otro peligro viene de la orografía. No son lo mismo las descargas en valle o zona llana que las que haces metido en un barranco. Allí, a la máxima pendiente en la que hay que hacer las descargas, se le añaden el humo o el viento canalizado. Además, pueden aparecer súbitamente de la nada antenas, cables de carga o líneas de alta tensión o teléfono, que son nuestros grandes enemigos.

Pero por supuesto, lo más grave sería que falle algo de la mecánica del helicóptero o de la suelta de agua en el último momento.

M.82. ¿Con qué mecanismo cuenta un piloto de incendios para aliviar el estrés?

E.B. Los mecanismos son muchos y variados. Cada uno tenemos una manera de relajarnos o de reducir nuestro estrés: hacer deporte, distraerte leyendo, estudiar, preparar algún tipo de actividad para después del turno, o incluso unas vacaciones. También, y sobre todo, relajarte y desconectar del trabajo cuando vuelves a casa con los tuyos, después de varios días sin verlos.

M.82. ¿Cuál ha sido el incendio más difícil de extinguir en el que se ha visto involucrado?

E.B. No ha sido el incendio, sino los incendios en los que las condiciones orográficas, meteorológicas y de intensidad del fuego los hacían peligrosos y muy difíciles de controlar. Recuerdo uno el año pasado en el pueblo de Castilleido. Llevábamos varios días intentando sofocar este incendio desde el otro lado del barranco. Pero siempre conseguía avanzar, hasta que cruzó el rio y subió ladera arriba con tal intensidad que amenazaba el propio pueblo. Así que tuvimos que centrarnos en intentar detener el fuego en las inmediaciones. El problema era que por la orografía de la zona, la entrada era casi imposible debido al humo y al viento. La virulencia y rapidez del fuego eran increíbles, y debíamos ser especialmente hábiles con las descargas de agua, ya que había que apoyar a tu brigada en tierra, que estaba empezando a estar rodeada por el fuego. Además, la salida del incendio y el camino hasta el pantano donde cargábamos era bastante complicada puesto que discurría entre barrancos con unas muy fuertes canalizaciones de viento que nos movían como plumas, y en el ascenso del pantano al incendio teníamos que salvar un desnivel de 1500 pies, puesto que no podíamos volver por el mismo sitio.

M.82. ¿Qué valores debe tener un piloto de incendios?

E.B. Te podría describir los típicos arquetipos como valentía, liderazgo o templanza. Pero desde mi punto de vista el valor más fundamental y necesario en nuestra profesión es el compañerismo y el saber trabajar en equipo con los otros pilotos, con tu copiloto, con los que llevamos en el helicóptero. Además, vamos y trabajamos en unidades helitransportadas, con nuestro equipo de bomberos forestales. Trabajar juntos en equipo, como si fuéramos uno solo, es la mejor manera de ser efectivos y crear un ambiente de trabajo perfecto.

Otro de los valores que más destaco para mí es la serenidad y la tranquilidad ante el incendio. No porque corramos más vamos a apagar más fuego ni vamos a ser los mejores. Muchas veces es mejor analizar fríamente todas las posibilidades que tenemos, antes de lanzarnos a lo loco al oír la alarma de incendios. Hay que analizar y saber cómo se descarga el agua en la zona del incendio, sirviendo de apoyo a las brigadas de tierra.

«El valor más fundamental y necesario en nuestra profesión es el compañerismo y el saber trabajar en equipo»