El Plan de Vuelo de los pilotos: lograr un sector sostenible
Profundizamos en los puntos que componen el plan de la European Cockpit Association (ECA por sus siglas en inglés) para lograr un sector más fuerte después de la crisis

30 de julio de 2020
La European Cockpit Association (ECA) presentó hace unas semanas su plan para recuperar la estabilidad del sector tras la crisis provocada por la pandemia y dotarlo de la solidez necesaria para el futuro. Para ello comprendía tres pilares básicos: la sostenibilidad, la protección del mercado único europeo y la protección frente a las crisis que puedan venir después.
Para ECA, lograr la sostenibilidad en la aviación es esencial dada la naturaleza de interés público que en sí mismo tiene el sector. La conectividad de la que provee a la sociedad hace de ella algo esencial que, además, se integra en la columna vertebral de la economía de los distintos países. Es por esto que los estados se ven ahora en la situación de tener que contribuir para garantizar la supervivencia de sus aerolíneas. Sin embargo, estas ayudas deben ir acompañadas de condiciones que protejan el interés público.
Entre los criterios que se deben aplicar para determinar qué compañías aéreas pueden acogerse a las ayudas debe primar la sostenibilidad. Esta pasa, a nivel social, por procurar unas condiciones laborales saludables y propicias para los empleados y, a nivel medioambiental, por comprometerse con políticas y medidas que sigan el camino de la descarbonización en 2050. Estas responsabilidades deben ser vinculantes y exigibles, para lo cual deben también ser concretas. De esta forma, los países podrán retirarlas o incluso sancionar a quienes no cumplan con lo establecido.
La sostenibilidad social debe ser, para ECA, el pilar central de las medidas de recuperación de la aviación. El documento enumera los cimientos sobre los que se construye un sector sostenible como: los derechos laborales claros, la presencia de sindicatos y diálogo social o la presencia de inspección laboral. En cambio, también existen prácticas que, a día de hoy, merman la sostenibilidad de la aviación a futuro como las relaciones laborales fraudulentas en forma de falsos autónomos, los contratos precarios o la evasión total o parcial de las contribuciones sociales.
En estos puntos es donde reside la diferencia entre un piloto que trabaje para una aerolínea socialmente responsable y uno que no. Mientras que los primeros cuentan con coberturas sociales, en el segundo caso pueden quedar fuera de esta protección a causa de los sistemas de ingeniería fiscal mediante los que se emplean como ‘brokers’. Pero no es el único derecho vulnerado, ya que tampoco existe negociación colectiva. Las empresas que incurren en estas vulneraciones no pueden, según ECA, ser consideradas de interés público, puesto que la ingeniería fiscal les permite ahorrar hasta el punto de incurrir en competencia desleal.
Es necesario fomentar el empleo directo y monitorizar o incluso eliminar las formas de trabajo atípicas que puedan suponer un riesgo a nivel social para los trabajadores. Las relaciones laborales directas deben ser asumidas como la norma, y así lo deben promover y favorecer desde las administraciones públicas, dice ECA.
En lo que respecta a la sostenibilidad medioambiental, el “Green Deal” europeo jugará un papel clave, puesto que su función es la de proporcionar los incentivos y la inversión necesarios. ECA apuesta por evitar medidas cosméticas o que simplemente puedan lastrar al sector en lugar de impulsar su progreso. El primer paso debe ser el de identificar como el objetivo a alcanzar la descarbonización en 2050, desarrollando políticas y procedimientos claros y encaminados a alcanzarlo. Por eso la Asociación Europea de Pilotos cree que es necesario promover la inversión en combustibles sostenibles para la aviación y asegurarse de que las acciones climáticas en el sector puedan incluirse en el marco de financiación de la Unión Europea de la próxima generación.