Deberes hechos, toca crecer
Todo lo que podamos hablar acerca del crecimiento de Iberia parece lógico pensar que afectará a su entorno, ya sea en las líneas aéreas que son su competencia o incluso en sus filiales y participadas. Seguro que muchas cosas que detallo en este artículo podrían ser extrapolables a otras compañías de red, porque la interconexión de acontecimientos en la aviación mundial es evidente.

Tito Echavarria – Delegado SSIB
Desde la Sección Sindical de Iberia tratamos de analizar y transmitir a nuestros afiliados dónde se encuentra el piloto de Iberia respecto a su industria, para así saber a dónde deberíamos ir, con el fin de tener claro, al menos, a dónde no queremos llegar.
El crecimiento es una cuestión fundamental en todo lo que rodea a nuestro negocio. Crecimiento es una palabra que se pronuncia rápido, incluso si nos apoyamos en lo que hemos observado en compañías de nuestro entorno, nos puede parecer sencillo su concepto. Sin embargo, crecer en aviación es una cosa, y hacerlo de manera rentable es otra bien distinta.
No cabe duda de que la grave crisis mundial que tanto está costando superar ha “lowcostizado” nuestro entorno social y económico. Este concepto ha transformado todo, desde los salarios hasta la forma de entender el viaje en avión, pasando por cualquier actividad que realicemos en el día a día.
Volviendo al asunto de este artículo y asociándolo al fenómeno “low cost”, podemos empezar afirmando una obviedad: el crecimiento y la base de costes es un binomio cuya relación debe ser inversa si ésta es sana. Es decir, el crecimiento rentable de una aerolínea debe provocar que su base de costes se diluya, y esa fórmula mágica que no está al alcance de todos, hoy Iberia, después de muchos sacrificios, la tiene.
En la sociedad actual existe una “frase martillo” que afecta a cualquier trabajador. ¡Reduzcan los costes laborales! No la hemos oído nunca, ¿verdad?… Bueno, dejando de lado nuestros primeros pensamientos, es cierto que Iberia ha conseguido la necesaria reducción. Un hecho que supone doble mérito si tenemos en cuenta que hablamos de una compañía que ha cumplido 90 años y que ha sobrevivido a los cambios de esta industria, los cuales no han sido pocos. Su reestructuración y mejora de su base de costes era, es y será necesaria de manera continua si es que quiere vivir al menos otros 90 años más. Sin embargo, esos 90 años más que empiezan a contar desde ahora deberían iniciarse con crecimiento.
¿Esta base de costes solo se reduce a través de los salarios y despidos del personal? ¿Son solo los EREs la única vía? ¿Qué hacer cuando tu base de costes es la apropiada para atender a tu mercado, y bajarla más solo provocaría dañar tu producto? Llegados a este punto, y en un entorno de recuperación económica, parece que la respuesta es que Iberia debería aprovechar sin dilación las oportunidades que ofrecen su mercado principal y otros nuevos en que pudieran explorarse. Iberia no solo tiene una estructura saneada y fuerte, sino que en el escenario actual existe un viento en cola en su ruta. Por tanto, me inclino a pensar que después de hacer los deberes ha llegado el momento de Iberia, el de una compañía que goza de una excelencia operativa, apoyada en ser la compañía más puntual del mundo.
Hablo del viento en cola que supone el despertar de Latinoamérica, su mercado natural y siempre tan volátil. Pero además ese viento en cola contextual aumenta en intensidad si se le suman varios nudos aportados por un petróleo, cuyo precio favorece el hecho de que aviones que pudieran ser ineficientes hoy se conviertan en grandes protagonistas del tejido productivo de Iberia. Sí, hablo de los A340-600. Por lo que de nuevo me inclino a pensar que no crecer ahora con fuerza sería un error histórico.
Los analistas, en los últimos tiempos, han puesto el foco en que para que ese crecimiento sea rentable, cualquier compañía de red debe cumplir dos requisitos adicionales.
- Tener una buena marca, y
- Una estructura adecuada de la red de corto y medio radio (CMR).
Iberia es la marca más reconocible y valorada si en el ranking situamos a las aerolíneas españolas. Respecto al segundo requisito, los aviones de largo radio (LR) que salen de Madrid necesitan ser alimentados con pasajeros de conexión. Esta realidad es innegable. Por ello, alcanzada casi la rentabilidad financiera que se le exige a Iberia, parece lógico pensar que su red de CMR necesite más extensión y densificación, con el fin de aumentar su LR; un auténtico juego de vasos comunicantes. Después de muchos años perdiendo dinero, el CMR también funciona, y muestra de ello es que se ha conseguido salvar la operación del Puente Aéreo, uno de los símbolos económicos de Iberia y de España.
Intuyo entonces que el crecimiento a Iberia le sale rentable. Nuestra compañía es en sí misma una economía de escala, el nombre que los técnicos usan para denominar a lo que antes he descrito como fórmula mágica.
Por otro lado, existe un aspecto muy importante que sería un error por mi parte no poner en valor. En Iberia existe una ingente cantidad de pilotos con una enorme experiencia. Esta cantera es una realidad que diferencia a la nonagenaria compañía de otros operadores que se pelean por conseguir pilotos. El crecimiento del que hablo colocaría a esos pilotos donde deben estar profesionalmente, y a su vez, este movimiento aliviaría aún más los costes de la compañía. Vemos así que los efectos de la fórmula mágica ya descrita se expanden, y ahora no solo inciden sobre los costes de la compañía, sino que alinea a los pilotos, la clave de bóveda para el desarrollo de cualquier línea aérea. Un argumento que espero no solo Iberia, sino también IAG, tengan en cuenta para sus futuros planes.
Las “nuevas herramientas productivas” (así llaman “ellos” a los aviones) van a revolucionar gran parte del esqueleto de la industria aérea. Hablo, entre otros, de los B787, los A350, los B777 nueva generación, los B737max, los A321 LR o los A330 NEO, etc. Todos ellos provocarán nuevas oportunidades de crecimiento, y aunque para tratar este asunto necesitaría varias páginas más, sí quiero destacar el hecho de que ahora Iberia se prepara con holgura financiera para recibir aviones de estas flotas modernas. Una alegría después de lo visto durante tanto tiempo en los que Iberia daba la espalda a la idea de renovar su flota.
En la actualidad es común en casi todos los empleos estar bajo la amenaza constante de la competencia. La profesión del piloto no se escapa de esa realidad. Al piloto de Iberia y a los que somos sus representantes no nos queda más remedio que estar muy rápidos de reflejos, ya no solo en vuelo sino ahora también en tierra.
Las Secciones Sindicales que conforman SEPLA están trabajando a diario para que ninguna oportunidad en forma de “hora de vuelo” se escape del escalafón a los que cada una de ellas representa. La línea sindical que favorezca el crecimiento debe tener en cuenta siempre la fase posterior… la fase que estoy seguro es la más importante para la estabilidad futura.
Felices vuelos compañeros.