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Seguridad aérea

Cómo actuar ante un fuego de motor

Recientemente hemos asistido a un episodio de fuego de motor, cuando el motor de un Boeing 777 de United Airlines comenzó a soltar piezas en pleno sobrevuelo, diseminándolas por la ciudad estadounidense de Denver, Colorado, recién realizado el despegue. El suceso, de una visibilidad espectacular, provocó que el avión tuviera que hacer un aterrizaje de emergencia en el mismo aeropuerto del que había despegado.

Ante estas incidencias, se debe desplegar un protocolo que todas las tripulaciones ensayan de manera periódica en los simuladores. Antonio Gallego, comandante del B777 y colaborador de nuestro Departamento Técnico, nos ha explicado en qué consisten estos protocolos, que se llevan a cabo con una enorme precisión, fruto de la formación continua de las tripulaciones aéreas.

  • En un primer momento, lo primordial es mantener el control operativo del avión, para lo que hay que favorecer el uso de la automatización, permitiendo a la tripulación concentrarse y discernir el fallo producido.
  • La tripulación debe además garantizar que se mantiene la navegación del avión con las coordenadas de la ruta que está realizando, incluyendo datos sobre orografía o cualquier especificidad sobre el destino marcado
  • Mantener la comunicación, tanto dentro del avión con la tripulación y los pasajeros, como con el centro de control, para tener toda la información sobre el tráfico aéreo de la zona.
  • Análisis de la situación por parte de la tripulación. La aeronave tiene sistemas propios de notificación de fallos en la aeronave, que identifican y alertan sobre el origen de la incidencia. Esta notificación debe ser analizada por la tripulación en aras de verificar que se corresponde con su propio análisis del error y desplegar así el protocolo correspondiente a la avería concreta.
  • Comprobar que se han seguido todos los procedimientos marcados por los protocolos, siguiendo los pasos dados a través de una checklist. En el caso de un fuego de motor en el B777, habría que cortar todo lo que puede alimentar el fuego de ese motor: combustible, los equipos hidráulicos, la electricidad, el sangrado de aires, presurización…

Los pilotos se deben encargar de realizar una correcta distribución de la carga del trabajo teniendo en cuanta si mejora o empeora la situación. En el caso de un fuego, dependerá de si la situación persiste 30 segundos después de haber vaciado el contenido de la segunda botella extintora. En cualquier caso, no deben descuidarse las tareas propias de un vuelo normal, como la comunicación con control, la información sobre el aeropuerto de destino, etc.