La lucha de Sepla contra el Covid
Afiliados con ingresos abrumadoramente inferiores que necesitan más servicios que nunca. Ha sido la tesitura diaria del sindicato que, un año más, ha debido formular nuevos métodos para hacer frente a una crisis que aún está lejos de acabar. Y todo ello, con las arcas del sindicato congeladas.

Primero fue la parálisis, el no saber qué pasaba, cuánto iba a durar, qué iba a suponer. “Cuando irrumpió la pandemia y se dejó en tierra la flota mundial de aviones, todos nos quedamos bloqueados; nadie se esperaba que algo así pudiera pasar” cuenta el secretario de Sepla, Javier Fernández-Picazo. Y al parón le siguió la vorágine, como cuando se cierra el telón y, detrás del silencio del escenario, los trabajadores se mueven como hormigas recomponiendo el puzle, ajenos a la mirada del público.
“Al principio, lo único que podíamos ofrecer a los afiliados era esperanza, que fueran conscientes de que el sindicato estaba operativo y que iba a hacer todo lo posible por afrontar esta situación -prosigue el Secretario-. Pero enseguida, reaccionamos y comenzamos a organizar el teletrabajo de toda la plantilla. Esto nos permitió garantizar la atención a los afiliados y a las Secciones Sindicales incluso durante la fase más dura del confinamiento”.
Secciones Sindicales que debían negociar sus ERTE, una figura ya conocida pero aplicada en circunstancias y condiciones legales muy distintas. Fue la única solución para unos pilotos que, de la noche a la mañana, se habían quedado sin volar. “Creo que lo que esperaban los afiliados de su sindicato era información, trabajo y la defensa de sus derechos, además de ser empáticos con la situación económica que muchos de ellos estaban sufriendo” narra Picazo.
Desde el punto de vista del sindicato, esa empatía se ha traducido en el alivio de la carga económica que el pago de las cuotas suponía para todos los pilotos en un momento de brutal reducción de ingresos. Lo explica la tesorera del Sindicato, Ana Pedraza, artífice de la medida. “Desde el primer momento, la Mesa Rectora consideró que la reducción drástica de los salarios de los pilotos tenía que ser soportada solidariamente por el sindicato, y reducir la cuota de afiliación en la medida de lo posible”. A los tres meses de inaplicación de cuotas le siguieron los de reducción de cuotas para los pilotos en ERTE, política que se sigue aplicando en la actualidad.
Además de este alivio en las cuotas, los afiliados han buscado la forma de minimizar otros gastos fijos. “Las inquietudes de los afiliados han ido marcadas por la evolución de la pandemia” apunta Goyo Collado, responsable del área de atención al afiliado que gestiona a diario decenas de llamadas de los pilotos. “Mientras en 2020 lo que más les preocupaba era poder hacer frente a pagos y préstamos, en 2021 han llamado para pedir su trámite a la Asesoría Jurídica por el SEPE, o a preocuparse del pago correcto de su cuota”.
“Lo que esperaban los afiliados de su sindicato era información, trabajo y la defensa de sus derechos”.
En esa misma línea apunta el Director del Departamento de Servicio al Afiliado, Paco Rúa, que abandona el cargo tras las elecciones de noviembre-diciembre. Él fue quien llevó la voz cantante en las negociaciones con aseguradoras y bancos para buscar descuentos o ventajas en los pagos de las pólizas durante los meses de pandemia. “Nos hemos centrado en tratar de conseguir aliviar el grave deterioro económico que han sufrido nuestros afiliados. Hemos conseguido moratorias en las hipotecas, préstamos preconcedidos para afiliados o la inclusión del término pandemia en las coberturas tanto del seguro de pérdida de licencia como de los seguros médicos, que estaban excluidas en el condicionado” explica. Además, el DSA inauguró a principios de 2021 la plataforma “Club Sepla” que une en una sola herramienta todos los acuerdos del DSA facilitando su conocimiento y contratación.
Negociación colectiva
En lo que respecta a la defensa de los derechos de los pilotos, el apoyo a las secciones sindicales que se ha hecho desde la administración de Sepla y desde la Asesoría Jurídica ha sido clave. En unos meses en que los afiliados demandaban información constante (a veces más de la que ellos mismos tenían, según comentan varias secciones sindicales), satisfacer esa necesidad se volvía muy complicado. “Hemos tratado de ayudar a las comunicaciones de las secciones sindicales con sus afiliados, con el envío y subida a la web de circulares, el envío de SMS o la creación de canales de difusión” explica María Nieto, del área de apoyo a las secciones sindicales. Un área de reciente creación, que ha canalizado en una misma vía toda la gestión administrativa de las secciones sindicales. Su trabajo ha sido intenso: traducciones, envíos de circulares, digitalización de documentos y, sobre todo, la comunicación con el afiliado.
“Hemos tratado de ayudar a las comunicaciones de las secciones sindicales con sus afiliados, con el envío y subida a la web de circulares, el envío de SMS o la creación de canales de difusión”.
La negociación colectiva ha marcado estos casi 24 meses, y saber cómo se desarrollaba dicha negociación centraba todas las inquietudes de los afiliados. La negociación ha abarcado desde la gestión inicial de una inactividad total hasta la recuperación paulatina de la actividad, con la necesidad imperiosa de repartir equitativamente los pocos vuelos entre todo el colectivo. Después, con la vuelta a un tráfico aéreo casi normal -sobre todo en la temporada estival- las negociaciones colectivas se han centrado en buscar la proporcionalidad entre el ERTE aplicado y la actividad real de los pilotos. El apoyo de la Asesoría Jurídica, que ha trabajado sin descanso, ha sido la clave para los pactos económicos que se consiguieron en muchas aerolíneas, tanto de compensación económica por el ERTe como de mantenimiento del empleo o el reparto de la actividad.

Mismos servicios con menos ingresos
¿Y cómo se ha apañado la gestión del sindicato para mantener sus recursos con un nivel de ingresos mermado como nunca? “A nivel presupuestario, la reducción de ingresos supuso planificar el año con una importante reducción de gasto. Afortunadamente las circunstancias nos han ayudado: por un lado, el teletrabajo de los empleados ha reducido ciertos costes laborales; y la reducción de la movilidad redujo los gastos de desplazamiento de los delegados y colaboradores. También fue una gran ayuda la revisión de los contratos de los proveedores. Por ahora, los resultados son positivos, con menos déficit del esperado” relata Ana Pedraza.
Además, para poder mantener este tipo de medidas a más largo plazo, Sepla aprobó, en la Asamblea General de este año, la creación del Fondo Covid, un fondo sufragado por otros fondos fijos del sindicato con el que tendrá margen económico en el presupuesto para afrontar situaciones imprevistas. “El fondo Covid de emergencia -prosigue la Tesorera-es una herramienta de la que se ha provisto Sepla para tener margen económico en el presupuesto, y poder retomar la actividad sindical al máximo aunque las cuotas no se recuperen”.
En el mantenimiento de los servicios que se presta a los afiliados ha sido imprescindible la transformación digital en la que Sepla está embarcada desde hace casi cuatro años. Eso ha dado lugar a que el teletrabajo llegue para quedarse. “Sepla ha sabido adaptarse a las diferentes situaciones que nos ha tocado vivir y lo que es más importante, hemos podido seguir ofreciendo un buen servicio a nuestro colectivo, que a fin de cuentas es lo que realmente importa” valora el gerente de Sepla, Carlos Martínez, que prosigue: “todos los afiliados y secciones sindicales han sido flexibles y han comprendido que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para ayudarles, y por este motivo también queremos trasladar en nombre de todos los trabajadores y en el mío propio nuestro agradecimiento por su comprensión”.
“Han sido innumerables reuniones telemáticas con las compañías, con las Administraciones y con otros actores buscando siempre avanzar hacia una recuperación lo más social posible”.
El contacto con el entorno
Además de la resolución de problemas por parte del sindicato, el bienestar personal y profesional de los pilotos depende en gran parte -aunque no siempre se sabe- del papel que Sepla juega con las instituciones y organismos reguladores del sector. De ahí que la labor del Departamento Técnico y de la Dirección de Relaciones Institucionales sea imprescindible para conseguir un entorno favorable a los intereses del piloto.
En una época en la que la actividad aérea ha sido intermitente, las licencias de los pilotos y, sobre todo, su confianza, han corrido el riesgo de verse seriamente afectadas. Javier Marín-Chico, director técnico de Sepla, hace hincapié en los “pequeños errores u olvidos” que se han cometido en algunos procedimientos en tierra. “Se ha demostrado que las competencias de vuelos manual son las que más fácil recuperamos, pero ¿cómo recuperamos la práctica de procedimientos, toma de decisiones, gestión de la carga de trabajo, estrés? ¿Cómo está nuestra confianza personal a la hora de realizar las tareas diarias en cada vuelo?”
Para ayudar al piloto a recuperar esta confianza, Sepla creó un programa de formación con diferentes escuelas de vuelo para ofrecer, a menor coste del normal, cursos de refresco que permitieran a los pilotos mantener sus habilidades y competencias, además del obligatorio mantenimiento de la licencia. “Desde el inicio de la crisis nos pusimos a disposición de la administración y trabajamos codo con codo con todas las instituciones para intentar paliar los efectos devastadores de la pandemia sobre el trabajo de nuestros pilotos afiliado, proponiendo ideas sobre decisiones y excepciones a la norma sobre entrenamiento, validez de habilitaciones y certificados médicos, etc”.
“Han sido innumerables reuniones telemáticas con las compañías, con las Administraciones y con otros actores buscando siempre avanzar hacia una recuperación lo más social posible” apunta por su parte el secretario de Sepla, que remata: “Siento un gran orgullo de ver que, ahora que parece que termina la pesadilla, Sepla sigue fuerte, cohesionado y económicamente solvente para afrontar los retos que nos va a traer la recuperación”.
Una recuperación, aún incierta que el sector debe afrontar de la mano de la parte social. Con Sepla.
«Lo más difícil ha sido ver cómo algunos compañeros han perdido sus empleos o han quedado en condiciones serias de precariedad sin poder hacer nada más para ayudarles. Esta pandemia ha sido muy dura para nuestro sector y aún tardaremos en volver a la situación previa a la crisis, cuando se estaba contratando pilotos a un ritmo muy alto».
Javier Picazo, Secretario
“En los próximos meses, el fondo Covid nos va a dar la tranquilidad de saber que, si en nuestro sector se mantienen los ERTEs, el sindicato tiene mecanismos para seguir siendo solidario con la cuota de sus afiliados, a la vez que provee a las secciones sindicales de todos los recursos que necesitan en sus negociaciones”.
Ana Pedraza, Tesorera
«Hemos sido capaces de conjugar la seguridad y la salud de todos los que conformamos Sepla con un servicio cercano, eficiente y de calidad. La percepción que tengo al hablar con afiliados, cargos y delegados es de agradecimiento al esfuerzo que todos hemos llevado a cabo por haber sabido adaptarnos a una situación nunca antes vivida por ninguno de nosotros».
Carlos Martínez, Gerente
«Esta crisis ha servido para que la DGAC y AESA afiancen su idea de que Sepla no es una organización reivindicativa sin razón, sino que comparte con la Administración el objetivo de fomentar la aviación en nuestro país garantizando siempre los máximos niveles de seguridad».
Nerea Cañas, Directora de Ralaciones Institucionales
“Igual no se ha podido conseguir todo lo que se intentaba, pero creo que no ha habido ningún afiliado que se haya quedado sin respuesta. Y teniendo en cuenta las limitaciones iniciales con el teletrabajo, creo que ha sido un gran logro”.
Paco Rúa, Ex Director Departamento Servicio al Afiliado
«Estar al día en nuestra habilitación de tipo y cumplir con los requisitos burocráticos no quiere decir que nos encontremos en las mismas condiciones volando 5 horas que cuando volábamos 90 horas. solo se puede solucionar con un esfuerzo por parte de las compañías para dar al piloto entrenamiento “extra”. Sólo así podemos recuperar la confianza perdida para volar».
Javier Martín-Chico, Director Departamento Técnico