Menú

Programa PAPI

Adaptarse al cambio

Consejos para adaptarse al cambio que el COVID ha traído para todos los pilotos

“No estamos diseñados para ser felices sino para adaptarnos y sobrevivir” (Tirapu, J., 2020).

Ser felices no es un estado continuo de completo bienestar, pero tener la capacidad de adaptarse a las situaciones de incertidumbre aporta felicidad, es beneficioso para nuestra salud mental y nos permite afrontar mejor y con más alegría lo que nos ha tocado vivir.

En el actual contexto de incertidumbre por la Covid 19, resulta complicado hacer predicciones en general, y en aviación en particular. Según algunas fuentes consultadas, no se llegará al nivel de 2019 en el tráfico aéreo hasta el 2023. En esta situación nuestro bote salvavidas es adaptarnos activamente buscando soluciones nuevas que para algunos pueden significar incluso una revolución en sus vidas.

Aquí proponemos varias premisas o consejos para adaptarnos al cambio que el COVID ha supuesto para todos los pilotos:

1. Cambia tu paradigma

Lo primero de todo es modificar nuestro modelo mental; si el escenario ha cambiado deberíamos cambiar también la forma de mirarlo y esto requiere abrir la mente a otras opciones, “pensar fuera de la caja”, estar abierto a nuevos paradigmas. Los cambios de paradigma aparecen siempre en situaciones de crisis. En la década de los 60, los relojes suizos perdieron su primacía cuando los japoneses pusieron en valor relojes que funcionaban con pilas, lo que supuso el despido del 80% de los relojeros y un impacto brutal en la economía de todo el país. Lo que les afectó fue lo que Thomas Kuhn llama “el efecto paradigma”, que consiste en evitar la búsqueda de soluciones revolucionarias a los problemas de nuestras vidas por creer que los límites que nos hemos puesto para resolver los problemas que nos aquejan son suficientes.

En aviación tenemos muchos ejemplos de cambio de paradigma. El paso de las cabinas de relojes analógicos a la digitalización de las cabinas de cristal que fue complejo al principio, pero hoy nos resultan de lo más amigables. También el cambio de concepto “macho pilot” por el de comandante empático y sinérgico ha evitado muchos errores y accidentes.

2. Conéctate con tus emociones

La alegría, tristeza, ira, miedo, asco, sorpresa son emociones básicas y universales y las aliadas de nuestra superviviencia, pero también generan ansiedad. ¿Quién no ha sentido ansiedad por la alegría de esperar un nuevo hijo, o ante la angustia por la pena de perder a un ser querido? ¿Y quién no se siente ansioso cuando ve con rabia que ha sido despedido de su trabajo? Es probable que estés pasando por emociones diversas, altos y bajos, cambios de humor, hoy esperanzado y mañana deprimido. También puede que tengas sentimientos ambivalentes entre el deseo de volver a volar y el miedo de no poder hacerlo como antes. Todas estas emociones y ansiedades son normales, no las anestesies con medicación. Reconocerlas y aceptarlas te permitirá estar mejor contigo mismo y ser más empático con los demás. El trabajo de voluntariado, la ayuda a los demás es un buen antídoto contra la depresión.

La alegría, la tristeza, la ira, el miedo, el asco, la sorpresa, la ansiedad… son emociones normales, no las anestesies con medicación.

3. Conviene conocer nuestro estilo cognitivo particular, es decir, la forma singular de percibir e interpretar el mundo. Ese estilo puede tener características que facilitan el afrontamiento de la realidad o que por el contrario la distorsionen generando pensamientos negativos y dificultando la toma de buenas decisiones. También conviene reconocer posibles disonancias cognitivas que son ideas contradictorias que “resolvemos” buscando una solución plausible, aunque realmente sea un engaño para nuestro cerebro. Por ejemplo, un piloto puede desear encontrar trabajo y al mismo tener miedo al cambio que eso supone, así que acaba creyéndose que un nuevo trabajo podría poner en riesgo a su familia o que cambiar de país sería perjudicial para la educación de sus hijos.

4. Siente la sensación de controlar tu vida. Esta crisis no depende de ti, así que no debes sentirte culpable por cómo ha afectado a tu vida y tu trabajo. Sin embargo, hay muchas cosas que están bajo tu control. Aprovecha el tiempo que tienes ahora para disfrutar del descanso, hacer nuevas rutinas de deporte, cocinar, estudiar, leer, mejorar tu inglés o aprender otro idioma, formarte en aquello que siempre te atrajo, disfrutar de tu familia y de tus amigos aunque sea de manera diferente.

5. Gestiona la vuelta al trabajo. Los aviones volverán a volar como antes de la pandemia y lo más probable es que tú vuelvas a tu compañía, pero si así no fuera, es el momento para valorar otras alternativas como trabajar en otra compañía o en otro sector de aviación. Si en este proceso de búsqueda te convocan a una entrevista lo primero que te van a preguntar es qué pensaste e hiciste en este tiempo de pandemia. Una respuesta sería que te quedaste esperando que todo volviera a la normalidad. La otra que aprovechaste el tiempo para otras alternativas entre las que se encuentra que hoy estés ahí.

6. Explora la situación actual, rastrea las noticias y normativa del sector, anótate a algún webinar de los muchos gratuitos que hay en aviación que pueden ofrecerte nuevas ideas. Trata de ver cuáles de tus conocimientos, actitudes y experiencia pueden serte útiles.

Esta crisis no depende de ti, así que no debes sentirte culpable por cómo ha afectado a tu vida y tu trabajo.